Las bolsas de plástico forman parte de nuestra vida: se cogen, se ofrecen, se compran y se desechan con una facilidad desbordante. Todo esto ha aportado una comodidad a nuestra vida que repercute de forma directa en el planeta ya que cada día llegan miles de bolsas plásticas a entornos naturales y pasarán siglos antes de que desaparezcan.

Se trata de un modo de vida absolutamente insostenible ya que nuestro ritmo de consumo está muy por encima de la capacidad de recuperación del planeta. Esta es la razón principal para dejar de consumir tanto plástico en nuestra vida diaria, aunque se puede acompañar de otras muchas razones.

Las compañeras y compañeros de Canaragua Medioambiente, son muy conscientes de este problema y por eso, y dentro de los objetivos ambientales propuestos para este año, estaba la eliminación del uso de bolsas de plástico, que actualmente se entregaban a la plantilla cuando recogían su material en el almacén.

El plástico ha sido reemplazado por material reciclado, que además ofrece una resistencia máxima y una larga durabilidad. Este tipo de cuenta con el valor añadido de que colabora con el medio ambiente al utilizar un 80% de plástico reciclado, plástico que reutilizamos y evitamos que no acabe en la naturaleza.

La contaminación causa efectos irreversibles en el medio ambiente. Cuidar el planeta es responsabilidad de todos, y cualquier iniciativa para ello es muy es importante.