Una de nuestras fuentes de gases de efecto invernadero es la fuga de gases refrigerantes utilizados en los equipos de aire acondicionado. Estos gases fluorados (HFCs y PFCs) tienen un elevado potencial de calentamiento atmosférico.

A modo de ejemplo, si escaparan a la atmósfera todos los fluidos refrigerantes de los equipos de aire acondicionado de las oficinas centrales de Teidagua, se emitirían a la atmósfera 82,17 toneladas de CO2, lo que equivale a la emisión de 26 (una tercera parte) de los vehículos de su flota circulando durante todo un año. Es evidente que no tiene sentido realizar esfuerzos invirtiendo en vehículos eléctricos o energías renovables si no atendemos también a esta posible fuente de gases de efecto invernadero.

La Estrategia de descarbonización debe recoger acciones para controlar y reducir la huella de carbono debida a la fuga de fluidos refrigerantes. Se están poniendo en marcha las siguientes medidas:

• Inventariar los equipos de climatización y revisar el cumplimiento normativo
• Mejorar el mantenimiento de los equipos de refrigeración y aire acondicionado
• Implantar un procedimiento para el registro de la información sobre recargas
• Sustituir de manera progresiva los fluidos refrigerantes por otros con nulo o bajo potencial de calentamiento atmosférico.

Para la evaluación del cumplimiento de las medidas de control de las fugas de gases refrigerantes, se evaluarán indicadores como:

• Frecuencia media de las operaciones de mantenimiento de los equipos de aire acondicionado.
• Cantidad según tipo de los fluidos refrigerantes fugados.
• Potencial de calentamiento atmosférico de los fluidos refrigerantes recargados.
• Potencial de calentamiento atmosférico de todos fluidos refrigerantes de los equipos de aire acondicionado / Cantidad total de fluidos refrigerantes
• Toneladas de GEI emitidas a la atmósfera por la fuga de fluidos refrigerantes.