Las actividades humanas provocan un impacto negativo sobre la biodiversidad. En ocasiones, los trabajadores de nuestras empresas se encuentran con animales muertos, heridos, enfermos, atrapados o desorientados. Estos encuentros se pueden producir tanto en el interior de nuestras instalaciones (repartidas por todo el archipiélago, a veces dentro de espacios naturales protegidos) como en el exterior (al desplazarse, o trabajar en el mantenimiento de las redes).

Para enfrentarnos a ese tipo de situaciones, hemos elaborado un Protocolo de actuación ante incidencias con fauna en las instalaciones, que se incorpora a su sistema de gestión de la calidad y el medio ambiente y que es de obligado cumplimiento para todos los trabajadores de la empresa.

El disponer de un "Protocolo de actuación ante incidencias con fauna" permite conocer la incidencia de la instalación en la fauna, pudiendo rectificar y corregir las causas de impactos negativos que genera nuestra instalación.

De esta forma, reducimos la mortalidad de la fauna, rescatando y haciendo lo posible por recuperar la accidentada. Además, elaboramos una base de datos de puntos negros, y trabajamos para reducir los riesgos de accidente, reduciendo el impacto ambiental de nuestras instalaciones, evitando que se conviertan en un lugar peligroso para la fauna.

El objetivo final es minimizar, y resolver, los accidentes de fauna en nuestras instalaciones.