Apostamos por la recuperación verde, la economía y el empleo.
Aceleramos durante este último cuatrimestre del año las inversiones previstas para contribuir a la actividad económica y evitar la destrucción de empleo y generar nuevo empleo verde en las islas.
Los grandes desafíos a los que nos enfrentan el cambio climático y el agotamiento de los recursos se deben transformar en oportunidades. En este contexto es necesario transitar hacia economías sostenibles capaces de generar actividades que promuevan la creación de empleo de calidad, directo, indirecto o inducido, tanto en los sectores tradicionalmente vinculados a la gestión ambiental, como en nuevos sectores que emergen ante el cambio de modelo productivo.
El nuevo Pacto Verde Europeo, el plan estratégico para lograr que Europa sea climáticamente neutra en 2050 a través de una transición justa e integradora, refleja esta necesidad.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los empleos verdes son aquéllos que reducen el impacto ambiental de empresas y sectores económicos hasta alcanzar niveles sostenibles.
Los empleos verdes son fundamentales para el desarrollo sostenible y responden a los desafíos globales de la protección del medio ambiente, el desarrollo económico y la inclusión social. Son empleos que ayudan a reducir el consumo de energía, materias primas y agua mediante estrategias de eficiencia, a descarbonizar la economía y a reducir las emisiones de gases efecto invernadero, a disminuir o evitar por completo todas las formas de desechos y de contaminación, y a proteger y restablecer los ecosistemas y la biodiversidad.
Así mismo, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) añade a esta definición la necesidad de restaurar los servicios ecosistémicos, como la protección del agua y la biodiversidad.
Como consecuencia de la descarbonización de la economía y del desarrollo de la economía circular, surgirán nuevos empleos y otros se mantendrán adaptándose a la nueva realidad verde. Canarias tiene una enorme oportunidad de liderar ese cambio y ser un catalizador de empleo para las islas.
En los últimos años se ha constatado el aumento de puestos de trabajo ligados al medio ambiente, con un peso creciente en el mercado laboral español. Las actividades vinculadas al medio ambiente están en expansión y transformación, presentan un alto potencial de crecimiento y constituyen una gran oportunidad para la creación de empresas ecoinnovadoras.
“De acuerdo con los datos disponibles hay ya alrededor de 7.360.000 empleos en la UE en sectores verdes (energías renovables, eficiencia energética, construcción eficiente, agricultura orgánica, gestión de residuos y reciclaje)”. Green Jobs and related policy frameworks. An overview of the European Union. Sustainlabour, 2013.
La creciente demanda por parte de la sociedad de productos y servicios más sostenibles y el hecho de que estos sectores estén capeando la recesión mejor que otros hacen que las empresas verdes tengan cada vez mayor potencial y sean una oportunidad real de negocio. Crecen en empleo, facturación, impacto de sus actividades, reconocimiento de los consumidores, etc.
En una sociedad cada vez más concienciada con la salud del planeta, el turismo sostenible es una tendencia en auge y Canarias debe fortalecer su posicionamiento sobre esta palanca de sostenibilidad y que sea un vector de crecimiento y posicionamiento en el turismo y la economía azul, áreas sobre la que tendremos que reconstruir la economía de las islas post covid.
El empleo verde debe impulsar, de forma directa la transición ecológica hacia un modelo sostenible, más local y resiliente, basado en la economía circular que implique la reducción del consumo de recursos y de la generación de residuos y contaminación, con el fin de combatir el cambio climático y sus efectos, protegiendo los ecosistemas y la biodiversidad y más en un territorio tan frágil como el nuestro canario; una cultura del trabajo, fundamentada en la protección esencial de los derechos humanos, y dirigida a potenciar la igualdad de oportunidades, la accesibilidad y la inclusión, así como la flexibilidad, la digitalización y el desarrollo del talento. Sólo desde un trabajo de calidad e inclusivo es posible crear ocupación verde. Y por supuesto la creación de productos y servicios que impulsen la economía circular con el fin de garantizar el desarrollo sostenible de las comunidades. Siempre desde la innovación, las alianzas y el impulso al emprendimiento y a toda la cadena de valor.
Canaragua contribuye a esa transición ecológica aumentando la resiliencia de sus sistemas de agua urbana ante escenarios de sequías y fenómenos de lluvia torrencial más frecuentes y severos. Facilita, asimismo, la reducción de la huella hídrica mediante la reutilización de las aguas residuales regeneradas y la gestión inteligente y avanzada aplicada a todas las etapas del ciclo integral del agua.
Canaragua se ha convertido en el primer operador de las islas que firma un compromiso para que, a partir del año 2020, el 100% de la electricidad consumida provenga de fuente de energía verde. Con ello contribuye al cambio de modelo energético renovable, de especial importancia en un entorno insular para reducir la dependencia de materias primas fósiles externas. De este modo, la compañía ha promovido un cambio de modelo energético mediante el consumo de energía verde con garantías de origen (GdO), que acredita que la electricidad ha sido producida a partir de fuentes renovables.
En la preservación del agua se centra en el objetivo de reducir un 20% el consumo de agua por habitante mediante soluciones dirigidas a la eficiencia en el servicio y la reutilización de agua. Canaragua ha logrado reducir un 12% de agua, respecto al año 2017, gracias a la gestión avanzada de las redes y a la reutilización.
La reducción del Agua No Registrada (ANR) es prioritaria para evitar la pérdida de recursos, especialmente en un contexto de escasez. Canaragua posee una larga trayectoria en la gestión inteligente, gracias a un amplio abanico de desarrollos tecnológicos, nuevas metodologías y avanzados sistemas de ayuda a la decisión que hacen posible una gestión mucho más eficiente de las redes de agua.
En Canarias la compañía ha trabajado intensamente desde 2010 para evitar la pérdida de recursos mediante acciones como simulación hidráulica, microsectorización, monitorización, reducción de presiones, mejora de la clase metrológica, telelectura y planes de renovación de redes, entre otros. Desde el año 2017, la mejora del Agua No Registrada en Canarias representa un ahorro de 630 millones de litros al año (0,63 Hm3) lo que equivale al consumo anual de una ciudad de 12.700 habitantes (con 136 L/hab./día). Mediante estas medidas ha conseguido mantener un rendimiento técnico hidráulico de más de 88% muy superior a la media de los servicios municipales de Canarias y de todo el país.
Además, Canaragua y su Grupo de Mixtas; Teidagua, Aguas de Telde y Aguas de Antigua, conscientes de la importancia de trabajar hacia un modelo de economía circular y gestión eficiente del agua, realizan en todas las islas un gran número de iniciativas enfocadas en la sostenibilidad. Ejemplos de ello son el hecho de que en Pájara se aporta agua regenerada para el riego de zonas verdes, mientras que, en el sur de Gran Canaria, además de para el riego de zonas verdes, se hace uso de agua regenerada para el riego de campos de golf, reduciendo así las necesidades de agua blanca, lo cual ha sido fundamental para cubrir la demanda en un nuevo año de sequía en Canarias.
Fomentar la creación de productos y servicios que impulsen la economía circular es fundamental a la hora de garantizar el desarrollo sostenible de las comunidades. Y el ecodiseño, la innovación y la digitalización son tres palancas clave a la hora de impulsar la creación de empleo verde, directo, indirecto o inducido, derivado de la creación de nuevos productos, servicios o procesos dirigidos a la mejora de la sostenibilidad del entorno.
La compañía dispone de soluciones adaptadas para los diferentes retos y objetivos que plantea la lucha contra el cambio climático, la digitalización, la valorización de residuos o la salud ambiental, como pueden ser la monitorización y gestión de calidad del aire, la naturalización de infraestructuras, así como las biofactorías o las soluciones basadas en energías renovables, entre otras.
Para alcanzar los objetivos de la reconstrucción verde es fundamental colaborar con los grupos de relación, favoreciendo la cooperación, el diálogo y la transparencia. Por ello Canaragua fomenta las alianzas y la participación en asociaciones, foros y espacios de colaboración, promoviendo el desarrollo sostenible entre los principales grupos de relación. Las alianzas son fundamentales para poder desarrollar ecosistemas circulares y fomentar la empleabilidad, la generación de oportunidades para el talento emergente y el emprendimiento sostenible.
Canaragua, en su compromiso por garantizar el desarrollo sostenible en toda la cadena de valor, adopta la política de compras del grupo, basada en la adopción de un comportamiento responsable, tanto por parte de los compradores como de los proveedores y su cadena de suministro.
Asimismo, para contribuir al desarrollo de las comunidades locales, Canaragua llega a acuerdos de suministro y servicios con pymes de ámbito local con el fin de reforzar, en la medida de lo posible, el desarrollo económico, ambiental y social de las Islas Canarias.
El CEO de Canaragua José Juan González, sostiene que "para lograr una reactivación económica rápida y sostenida es fundamental identificar los sectores con mayor potencial en Canarias como es el turismo y la economía azul y verde y que estos actúen como como motores de recuperación, los cuales deben estar alineados con las prioridades estratégicas europeas —como la transición energética, la digitalización y la economía circular — y erigirse como generadores de inversión y empleo. Estamos totalmente comprometidos con la 'Green Recovery' como vía para la recuperación económica y del empleo porque estamos firmemente convencidos de que la recuperación tras la COVID-19 solo puede ser verde hemos apostado por acelerar sus inversiones en la reutilización, las energías renovables, digitalización para impulsar la recuperación económica y del empleo”
Existe consenso total en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central.