Canaragua como parte de SUEZ España, plataforma de innovación y de transferencia de conocimiento.

En el marco del XIX Congreso de Directivos CEDE celebrado en Valencia, Ángel Simón, vicepresidente ejecutivo de SUEZ, ha participado, junto con Cristina Garmendia, presidenta de la Fundación COTEC, en la mesa ‘Innovación como reto de las empresas’ moderada por Ángeles Delgado, presidenta de Fujitsu. En este encuentro, los ponentes han reflexionado sobre el papel de la innovación -como elemento de competitividad y de impacto en todo el tejido productivo, así como en la sociedad en general- en la estrategia empresarial frente a los retos actuales y del futuro.

En su intervención, Ángel Simón ha destacado la necesidad de apostar por la industria como elemento tractor del desarrollo tecnológico. “La innovación nos permite avanzar en la adaptación y transformación continua, abarcando todos los aspectos de la empresa y, especialmente, el desarrollo de nuevas soluciones y productos”, ha comentado el vicepresidente ejecutivo de SUEZ.

Canaragua está comprometido en dar impulso a la innovación especialmente en el ámbito de la digitalización, a través de la inteligencia artificial, la realidad virtual aumentada y el big data en iniciativas como la red de centros de innovación DINAPSIS, donde se desarrollan soluciones digitales para el ciclo integral del agua y la salud ambiental de las ciudades. De hecho en noviembre se pone en marcha el DINAPSIS Canarias en San Cristóbal de La Laguna y en Santa Lucía de Gran Canaria, Así, la compañía impulsa tecnologías de referencia para combatir, con estrategia transversal y visión local, el cambio climático y contribuir al desarrollo de ciudades inteligentes y territorios más resilientes y sostenibles. En relación con el impacto en los resultados de negocio, la variable innovación tiene alta relevancia en la valoración de las ofertas del grupo, permitiendo posicionarse mejor en concursos o licitaciones comerciales. “La innovación forma parte del ADN de nuestro grupo. Gracias a ello, somos capaces de concretar una ventaja tecnológica para marcar la diferencia”, ha afirmado Ángel Simón.

Además de la apuesta de SUEZ España por las nuevas tecnologías y la digitalización al servicio de la sostenibilidad, la innovación social forma también parte de la cultura y los valores de la compañía. En este punto, Ángel Simón ha destacado que “la revolución tecnológica que vivimos tiene que servir de palanca social, con la innovación al servicio de la ciudadanía.” En este sentido, a raíz de la pandemia se han reforzado las medidas de apoyo a colectivos vulnerables, como es el Fondo de Solidaridad, una iniciativa con la que el grupo fue pionero en 2012 -antes de que fuera ley- con la finalidad de ayudar a las familias que tienen problemas económicos para hacerse cargo de la factura del agua. O, más recientemente, la puesta en marcha de una ayuda para pymes y autónomos, así como la colaboración con Cruz Roja, donando 1€ para paliar el impacto de la COVID-19 por cada cliente que se pasa de la factura en papel a la factura digital.

En momentos de complejidad y de incertidumbre como el actual, Ángel Simón ha puesto de manifiesto el papel de la empresa como actor social fundamental, capaz de movilizarse, generar compromiso y materializar proyectos para dar respuesta a las necesidades. En este sentido, la compañía aboga por establecer un pacto social que garantice un marco estable para las próximas décadas otorgando a la ciudadanía la seguridad y la confianza en la mejor gestión de un bien de primera necesidad como es el agua, y cada vez más escaso. Un contrato social que incluye, entre otras cosas, un compromiso con el trabajo de calidad, digno y justo, en contra de la precarización; con los diferentes agentes de interés, a través de la responsabilidad económica, social y moral de la empresa hacia la sociedad; con el desarrollo sostenible, siguiendo la hoja de ruta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de la ONU; y con la innovación, para garantizar nuevas soluciones frente a los retos globales actuales y futuros. Además, ha indicado que “el motor de la reconstrucción no puede ser otro que la colaboración público-privada”, permitiendo movilizar recursos financieros y ejecutar las inversiones necesarias que garanticen los niveles de bienestar.